Diseñar para la vida real: un hogar que comenzó con un terreno vacío
- M253 ARQUITECTOS
- 14 sept
- 3 Min. de lectura
No había muros, ni puertas, ni techos. Solamente la tierra firme y la decisión de crear un espacio que se convirtiera en un hogar cálido. Desde que empezamos este proyecto supimos que se trataba de una oportunidad extraordinaria: diseñar desde cero un hogar que combinara el confort y los espacios para compartir la rutina del día a día.

Podrías pensar que diseñar desde cero es lo más sencillo, no hay que adaptar o restaurar, sólo crear. Pero justo ahí está el reto, cuando el lienzo está en blanco y tienes ante ti muchas posibilidades.
Es en ese momento que comenzamos a hacernos algunas preguntas: ¿Cómo lograr una casa que no se sienta fría? , ¿cómo crear espacios para que fluyan de manera natural?
¿cómo diseñar un hogar que lo tenga todo… sin perder el alma?
Teníamos claro que no bastaba con resolver los aspectos funcionales de toda casa. Queríamos que cada espacio tuviera una intención especial, un porqué, que la familia le diera un sentido más emocional a la hora de habitarla.
Uno de los objetivos era que la casa acompañara el ritmo de vida de la familia: las mañanas con sus prisas, las tardes tranquilas, los fines de semana con los amigos.
Siempre tuvimos en mente que diseñar para la vida real no es simplemente resolver: es imaginar cómo se va a sentir vivir en ese espacio.
Una solución profesional: diseñar con intención, construir con significado
Cada una de las decisiones que tomamos para este proyecto respondieron a una necesidad en específico:
Cochera al frente.: pensada no sólo para la familia sino para las visitas, así que la diseñamos para 4 carros.
Cocina abierta: conectada con el comedor y el jardín para que sea un espacio que promueva los momentos para compartir.

Terraza: que funciona como un espacio aislado para poder relajarse por las tardes o tomar el desayuno muy temprano.
Pasillos iluminados naturalmente: para que los rayos de sol sean los que llenen de luz cada área.

Acabados elegantes: que dan el toque final para que la casa se sienta moderna y sofisticada.

Espacios especiales: creamos una habitación con un tapanco que lleva a un pequeño estudio de trabajo, alejado de distracciones.

Jardín con terraza: que conecta con la cocina y el comedor.

Con todos estos espacios imaginamos las charlas junto a la barra de la cocina abierta, las risas en la terraza del jardín mientras cae la tarde, los desayunos improvisados en la sala o las noches de café y juegos de mesa en el comedor.
Diseñamos para que cada rincón fuera parte de la historia de esta familia, para que no tuvieran que esperar a las vacaciones para sentirse en paz o para disfrutar de experiencias cálidas.

Cuando el diseño de un hogar se adapta a la vida real: Diseñar para la vida real, un hogar que comenzó con un terreno vacío
Este proyecto es la prueba de que la arquitectura no tiene por qué ser rígida o inalcanzable.
Puede ser cercana, generosa, pensada para la vida real.
Cuando diseñamos desde las rutinas, desde los sueños y desde la emoción de habitar, construimos algo más que una casa: construimos un hogar con alma.
Si alguna vez has pensado en construir desde cero, hazlo con intención. Para eso es importante escuchar todas las ideas y convertirlas en espacios que sean deseados para vivir en ellos.
Porque diseñar para la vida real… es crear el lugar donde quieres estar. Un hogar no se mide por su tamaño o por los acabados, sino por cómo te hace sentir cuando llegas después de un día cansado y sabes que en ese espacio encontrarás tu refugio.
Así que esperamos que este hogar guarde las memorias de la familia y conserve toda la vida que va a rondar por sus muros. Y con ello nos dimos cuenta, una vez más, que sí es posible diseñar para la vida real: un hogar que comenzó con un terreno vacío.




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